30 de Marzo de 2009 Día Negro Eléctrico
Publicado el 30/03/2023
- Obnubilación: Estado de la persona que sufre una pérdida pasajera del entendimiento y de la capacidad de razonar o de darse cuenta con claridad de las cosas.
- Intereses: Conveniencias o necesidades de una persona o de un colectivo. En este caso, Comerciales e Institucionales.
- Ignorancia: Falta de conocimientos o comprensión.
Cuando se combinan esos tres conceptos dentro de un sistema funcional, estado – instituciones – sociedad, adicionándole que sus eslabones conjuntos e individuales se hallan disgregados, actuando solo en su propio entorno, se obtiene como resultado una resolución tan desafortunada, aciaga y desastrosa como la Resolución ENRE 184/2009, la cual vamos a analizar a continuación, desde sus causas y las lamentables consecuencias.
Tras crear un Plan de Seguridad Eléctrica promisorio en el año 1995 con la reconocidísima Resolución 207/95, el ENRE, a meses de iniciarse el año 2009, con otras autoridades, tan inverosímiles algunas, como un Vicepresidente, Ingeniero Pesquero, sacado de los libros del burlesque y llevado a la práctica por un estado más preocupado por la demagogia que por la Seguridad Pública, toma la decisión de enmendar errores, barriendo de plano con todo lo concebido, como siempre en estados improvisados, sin contemplar las consecuencias que ocasionaría, o tomándolas como un precio mínimo a costear.
¿Qué se generó con la 207/95? Un Sistema de Control de las Instalaciones Eléctricas en el ámbito EDENOR, EDESUR, EDELAP mediante el cual también había un Registro de quienes llevaban a cabo los trabajos de ellas, con Certificaciones de las mismas, inspecciones, penalidades por apartamientos a la Reglamentación AEA del año 1987.
Si vamos a las causas podemos inferir que mediante la 207/95 se le había dado potestad de controlar una tarea profesional a una ONG, APSE, Asociación para la Promoción de la Seguridad Eléctrica, hábilmente se reguló una actividad que era un oficio, para que los electricistas idóneos, más conocidos como “de barrio”, los cuales no teníamos regulación alguna, la tuviéramos, pero vulnerando, obscenamente, leyes como la de los consejos profesionales para técnicos, títulos secundarios con alcance profesional, como así también, los terciarios, ingenieros, arquitectos y algunas carreras más. Esto fue disparador de innumerables quejas, recursos y presentaciones judiciales, de parte de los afectados. Existía forma de salvarlo con otra resolución que reacomodara la situación. Pero, recordemos, obnubilación (periódica en el estado), intereses (comerciales en todos los sectores) e ignorancia (supina en todos).
Podemos incursionar en la parte legal de quién tiene la facultad y poder de controlar cada instalación eléctrica y ahí mismo, a primera vista, aparece un fallido gigante, en la Ley 24.065, el objetivo de crear un Sistema de Control, chocó con el gran muro que resultó no haber tenido en cuenta en la redacción de lamisma, las Leyes Provinciales, Orgánicas de las Municipalidades, tan básicas para la creación de un ente primario autárquico, que pasaron desapercibidas hasta ser usadas, luego, para horadar el Control de Instalaciones instalado, dando en la línea de flotación de cualquier proyecto planteado hasta la fecha, en el cual se empieza a intentar corregir los desastres que existen reglamentariamente en cada inmueble con una mala instalación.
El juego de tirarse la responsabilidad entre ENRE y Municipios, es fruto de la desidia en gestión, pero también del vacío legal, ya, un agujero negro, donde ingresan todos los siniestros con incendios y muertes por electrocusión.
Tenemos la cuestión del estudio, la capacitación, que debían tener los “Idóneos”. Ahí entramos en la Educación Técnica.
El “Electricista”, fue considerado siempre un Oficio, por eso estaban los Registros de Artes y Oficios predecesores, por ello, en la época previa a la 184/09, a nivel nacional, no existía un Diseño Curricular que contemplara esta hermosa Profesión, el cual, vio la luz, recién en el año 2011, por la resolución INET 149/11. Hasta el día de hoy no todas las provincias desarrollaron planes de estudios derivados de esta resolución.
Retornando a la época en cuestión, se decía que el curso del IHA, el organismo encargado de capacitar dentro del Sistema 207/95, no era OFICIAL, pero no había otro. Recién bajo Resolución 2265/01 de Dirección General de Escuelas y Educación de la Provincia de Buenos Aires, empezaron a existir en dicha jurisdicción, pero en CABA y el resto del pais, casi nada, solo en Santa Fe Capital se había dado un gran avance. Había que talar el árbol, en este caso, el Curso que realizaban los “Instaladores Nivel 3”.
Por último, la más importante, real, el nudo de la cuestión.
El dinero, la plata, la “CAJA”.
Aduciendo que el costo de las certificaciones era alto, que los Usuarios, organizados, protestaban por ello, se justificó la implementación de la 184/09, en ellos, en la beneficencia magnánima del estado, en que no tuvieran como barrera ese requisito obstructivo del vil metal, que, era una parte de la remuneración laboral del ejecutante, más otra, administrativa, para el funcionamiento del sistema.
Justo es decir que desde el sector de los instaladores, se creó una camarilla de “gestores informales”, los cuales no tenían miramientos en poner su firma, sin siquiera haber visto la instalación que debían certificar.
Mencionamos el costo, supuestamente oneroso, pero esto no fue ni más ni menos que la excusa que intentaba ocultar la pelea real, la que iba en busca del BOTÍN, por parte de varios de los denunciantes. La plata es Poder.
Sí, las certificaciones empezaron a crecer, a expandirse al ser el filtro normal para colocar un medidor nuevo, entonces, ese dinero se fue incrementando tanto que generaba la disputa recia por quien se quedaba con el Sistema, y ahí llegamos a la 184/09, a las que la sucedieron, a las que están vigentes, y a todo lo que nos lleva a las consecuencias del desmadre actual.
Y, como no podemos tapar el sol con las manos, la consecuencia más Clara y Funesta, es la Ausencia de SEGURIDAD ELÉCTRICA, lisa, llana, chocante, blasfema, podemos calificar esto de muchas maneras, pero no podemos dejar de decir que derivó en muertes, incendios, inmuebles con un deterioro eléctrico alarmante, que al día de hoy, no cambia, que solo eso no ocasionó, sino también la baja de las fuentes laborales a causa de la deslealtad comercial, de los injustos parámetros de un mercado donde todo vale y es lo mismo alguien no calificado para trabajar, como materiales no certificados en uso, en las derivaciones que traen.
Ahora, hoy, en el año 2023, en este 30 de marzo, a catorce años, hay una pregunta – afirmación, a realizarnos, a alguien le está siendo útil esta Inseguridad Eléctrica.
Bueno, allí vislumbramos los beneficiarios de esto, los que de alguna manera van a jugar a, no cambiar nada. Y nosotros vamos a estar desde el otro lado, entendiendo a qué apuntan, pero también con 14 años de esfuerzo, aprendizaje, trabajo, compromiso, sabiendo cuáles son nuestros objetivos y nuestras formas de llegar a ellos, con dos grandes respaldos, TRAYECTORIA y CAPACITACIÓN, terminando de formar el último, la UNIÓN.
Está llegando nuestro momento, sigamos el camino iniciado con la Pasión de siempre, con los Valores que elegimos tener en conjunto para poder llegar al Éxito planificado desde la Herramienta que creamos Institucionalmente, sin olvidar desde donde partimos.
Saludos para todos.
Daniel Lima
Presidente de AAIERIC